Tenía que pasar. Mis compañeros apuestan con el corazón, y el corazón juega malas pasadas. Me dolió tanto tener que llevarme la pelotilla con el 1-4, tener que reirme de mis compañeras de penas y fatigas, tener que reconocer que mi inteleto está a años luz del resto del Gatb...
Al final decidí invertir la pelotilla en Patxarán, para la reconciliación con el populacho y esas cosas. Txintxu pedía Ballantines, y eso que no pagó su apuesta, el asqueroso...
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