Sí llegamos hasta el portillón superior, a través del cual cambias de vertiente, pero a partir de ahí solo veíamos más niebla y más ventisca. Además, la bajada del Portillón hacía la vertiente del glaciar que, sin nieve se destrepa sin más, habría requerido echar la cuerda...
[Las personas son de otro grupo]Visto que las condiciones eran parecidas, el sábado probamos suerte con el Pico de Alba.
En lugar de salir directamente hacia el oeste desde el refugio, nos dirigimos, aproximadamente, con dirección sur, aunque separándonos de los portillones, con objeto de hacer la subida menos pronunciada, alcanzar el Alba y, ya sí, bajar directamente al refugio por la vaguada del río.
Txiki, muy serio, pide crampones nuevos pero no "cuela" y se los arreglamos; tendrá que esperar a épocas mejores.
Y acariciamos la cima; el GPS registró una cota de 3055 m -el Alba se encuentra a 3118 m-, pero ahí hubo que dejarlo. La combinación de hielo y roca en los últimos metros requería algo más que ganas de subir... Por lo menos, para alguna persona supuso romper su propio "techo".
De modo que, a alguna/os les quedó alguna tarea pendiente para otra ocasión y, de paso, (re)aprendimos que en las alturas no mandamos nosotra/os...
En cualquier caso, como siempre, la experiencia montañera estupenda.
La montaña nos despidió el domingo con una risita sarcástica, ¿o será un guiño simpatico para que volvamos otra vez?
Volveremos. Noski baietz!
La subida al Portillón es un camino muy "trillado", así que dejamos solo el track al Pico de Alba, que es interesante porque es una ruta circular. No llega a la misma cumbre, pero solo le falta 50 m.
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